La espelta hoy en día la encontramos en formato harina, en repostería o incluso en la pasta para cocer en casa. Hoy hablaremos del formato más común en el que encontramos y se consume este cereal; os enseñaré cómo hacer vuestro propio pan de espelta en casa de una forma muy sencilla.
Si nunca habías oído antes la palabra espelta no pasa nada, te la presentaré brevemente. Aunque es ahora cuando está más “de moda” y la empezamos a tener más presente, este cereal es antiquísimo. Se originó nada más y nada menos que hace casi 7000 años. Sus propiedades son dignas de mención y es quizás el principal motivo por el cual ahora mismo ya empieza a tener cierto protagonismo.
Para tu interés, esta harina tiene menos calorías, más rica en fibra y es más fácil de digerir que la harina de trigo de toda la vida. Además, su valor proteico es bastante alto y tiene aminoácidos como el triptófano, muy necesario para nuestro bienestar mental y emocional. La espelta es también muy rica en vitaminas del grupo B y en vitamina E. Además, que sea rica en vitamina B2 también ayuda a que todos sus aminoácidos sean mejor tolerados y absorbidos por nuestro organismo. También te puede interesar la receta del pan paleo y la dieta paleo
Dicho esto, ¡vamos allá con la receta!
En otro post anterior ya te enseñé cómo hacer pan de centeno, pásate a verlo si no lo has hecho todavía.
Receta: pan integral de espelta casero
Ingredientes para hacer pan de espelta integral
- 600 gr de harina de espelta integral
- 10 gr de levadura fresca o 1/3 de levadura en polvo (3,3 )gramos
- 350 gr de agua tibia
- 1 cucharadita de AOVE
- 1 cucharadita de sal (10 gramos)
- Una pizca de azúcar (opcional)
Elaboración del pan de espelta
Mezclado, amasado y fermentado
- En primer lugar, utiliza un bol grande para ir mezclando homogéneamente la harina junto con la levadura, la pizca de sal y el azúcar.
- A continuación, disuelve y activa la levadura fresca en el agua tibia. Desmigaja la levadura para que sea más sencillo. Para que se active correctamente, la temperatura del agua deberá estar entre 32-38º. Si el agua está más fría la levadura no se activará y si está más caliente, morirá. Deberás remover hasta que se disuelva correctamente y quede una mezcla espesa. Deja reposar esa mezcla unos minutos para que se active la levadura y haga empiece a burbujear.
- Coge tu amasadora y añade los ingredientes secos dentro. Seguidamente, añade la mezcla de agua con la levadura activada y que mezcle durante 8-10′. (Si no tienes amasadora y lo haces a mano, deberás dedicarle algún minuto más)
- Cuando ya estén todos los ingredientes incorporados y tengamos la masa lista, déjala fermentar. Para ello, coge un bol limpio y engrasado ligeramente con AOVE (aceite de oliva virgen extra) e introduce la masa en forma de bola. Tapa el bol con film transparente y déjala reposar durante unos 45-60′ en un sitio cálido.
Por tanto, ten cuidado con amasar “de más” ya que, si te excedes, la textura final se estropeará y te quedará un pan de espelta que se te desmenuzará muy fácilmente resultando muy incómodo de comer.
Preparación y horneado
- Pasados esos minutos, vuelca la masa en una superficie de trabajo lisa espolvoreando antes un poco de la propia harina de espelta. En la superficie, amasa con tus manos un pelín más de nuevo y dale la forma que quieras que tenga tu pan: redondo, una barra o la forma que necesites. (Si quieres, espolvorea un poco de harina por encima y dale unos cortes de cuchilla a la masa)
- Deja reposar la masa otros 30′ también en un sitio cálido y tapado con un trapo limpio. Verás que aumentará de tamaño.
- Poco antes de ese tiempo de reposo, ve pre-calentando el horno. Cuando la masa ya esté reposada y el horno caliente, hornéalo a 200º durante aproximadamente 30‘. Para optimizar el resultado final, antes espolvorea agua dentro del horno para crear vapor. Repite este paso también a media cocción. Esto hará que la corteza de tu pan sea más crujiente.
- Un truco para saber si el pan está hecho o no pasada esa media hora es golpearlo con los nudillos y que suene hueco. Cuando así sea, saca tu pan de espelta del horno y déjalo en una rejilla para que enfríe.
…et voilà! Ya tienes tu propio pan de espelta recién horneado y listo para comer.
La versatilidad de la espelta
El sabor de la espelta es bastante suave y agradable, por lo que si es la primera vez que lo pruebas no te va a resultar nada difícil incorporarlo a tu dieta (sea en el formato que sea). En este caso, os he dejado los pasos para realizar vuestro propio pan pero podéis utilizar su harina para las recetas que queráis. Ya sea con magdalenas, bizcochos, galletas, masa de pizza o empanadas, podrás sustituir la harina de trigo habitual por la de espelta.
Lo que hay que saber para adaptar tus recetas de siempre (de harina de trigo) con la harina de espelta, es que la solubilidad de la espelta en líquidos es mayor. Por tanto, empieza mezclándola con 3/4 partes del líquido que marque la receta que quieras transformar. De ahí, ve ajustándolo según veas. Evidentemente la textura no será 100% exacta, pero estará igual de rico (o incluso más).
¿Donde Comprar Pan de espelta e ingredientes?
[content-egg-block template=offers_list]